Barça-Guardiola: Todo abierto (y todo cerrado)

La renovación de Pep Guardiola por el FC Barcelona está entrando en su recta final. De hecho, no puede ser de otra manera dado que la plantilla azulgrana vuelve al trabajo el próximo 19 de julio y el técnico debe ponerse al frente del grupo con su situación laboral resuelta. Ayer, el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, y el representante de Guardiola, Josep Maria Orobitg, seguían negociando desde la distancia vía teléfono dado que el dirigente azulgrana se encuentra en Sudáfrica junto a Sandro Rosell. En cualquier caso, y aunque las dos partes están condenadas a entenderse, antes de que haya 'fumata blanca' se habrá producido un intenso tira y afloja relacionado con la duración del contrato del entrenador y, también, en lo referente a su ficha.

La negociación entre ambas partes ha sido dura. Inicialmente, Sandro Rosell tenía la idea de que Pep firmase por seis años, es decir, por todo lo que dura su mandato. Sin embargo, Guardiola no es amante de los contratos largos sino que prefiere el corto plazo. Así, le hizo ver al presidente que prefería un acuerdo por pocas temporadas. Se fue avanzando hasta que parecía que se había llegado a una entente entre el negociador oficial del club, el vicepresidente Bartomeu, y el agente del técnico, Orobitg. Este acuerdo era, en principio, de dos temporadas más otra opcional. Sin embargo, ese trato no se acabó de cerrar por diversos flecos y, en los últimos días, desde la parte de Guardiola se lanzó un mensaje al club: Pep sólo quería firmar por un año. Por lo visto, Guardiola prefiere sentirse obligado a ganarse la continuidad año a año.

En el club se recibió la noticia con sorpresa porque firmar sólo una temporada abocaría al entrenador a las continuas preguntas sobre su futuro que ya se sucedieron la pasada campaña y que, evidentemente, crearían desazón entre la masa social. La desazón que Pep quiso cortar el pasado mes de enero cuando dio su palabra a Laporta -y así se anunció públicamente- de que seguiría un año más en el banquillo azulgrana.

No obstante, desde el club se respondió a la decisión de Guardiola con un OK que escondía un as en la manga. Es decir, que si Pep se mantiene en su postura de firmar sólo un año la directiva aceptará, con lo que a día de hoy se puede decir que todo está casi cerrado. Sin embargo, el club seguirá intentando convencer a Guardiola hasta el último segundo de la negociación de que lo mejor para todos es firmar, al menos, dos temporadas. Eso quiere decir que todo sigue estando abierto para el club. Hoy, Rosell hablará en Sudáfrica ante la prensa. Atentos al desenlace