Acuerdo con Guardiola

El FC Barcelona y Pep Guardiola ya han llegado a un acuerdo definitivo para prorrogar su compromiso contractual por una sola temporada y no dos años de contrato más otro opcional tal y como se ha venido afirmado en diferentes medios. En los últimos días, han sido el vicepresidente del club azulgrana, Josep María Bartomeu, y el abogado del técnico, Josep María Orobitg, los que han estado reuniéndose y hablando largo y tendido para perfilar todos los detalles y flecos de los documentos.

Hasta donde ha podido saber SPORT, Guardiola ha aceptado todas las cláusulas del nuevo contrato excepto aquella en la que se hablaba de la duración del mismo, ‘detalle’, por otra parte, de la máxima importancia, pues garantiza el compromiso del de Santpedor con la entidad azulgrana.

El deseo de la nueva junta directiva del FC Barcelona presidida por Sandro Rosell, como venía siendo público, era que Pep se comprometiera por un mínimo de dos años, con opción a una tercera temporada. La aceptación o no de esta cláusula ha sido lo que ha demorado el acuerdo definitivo ya que Guardiola no es partidario de un contrato tan largo. Su deseo, como explicó SPORT hace dos días, es tener el control de su futuro en sus manos y ser libre para tomar la decisión que más crea conveniente al final de la temporada en curso.

Esta forma de pensar y de entender su profesión es la misma que le llevó, por decirlo de alguna manera, a frenar las intenciones del anterior presidente, Joan Laporta. La intención de éste era que Pep firmara por dos temporadas más, si bien el técnico entendió entonces que era justo y necesario conocer al próximo presidente, así como su política deportiva, antes de comprometerse. Ahora que Rosell es el máximo mandatario del club, la forma de actuar de Guardiola tampoco ha variado con respecto a lo que pensaba cuando Laporta estaba al frente: contrato corto y cuando termine... ya se verá. Una filosofía muy arraigada en Pep: ir poco a poco.

Desde el club no se analiza esta posición firme del técnico como una falta de confianza hacia los nuevos responsables de la entidad, simplemente como una realidad tan simple como que lo más importante es que Guardiola se sienta cómodo. Dicho de otro modo, si es así, da igual que firme por seis años, tal y como en su momento comentó Rosell en campaña electoral, como se los cumple temporada tras temporada. Lo esencial es que a Pep, el club le otorgue todo lo necesario para poder desarrollar su cometido con el nivel de exigencia y éxito que ha mostrado en las dos últimas e históricas temporadas.

Por otra parte, el entrenador del Barça está completamente de acuerdo en los emolumentos que recibirá por esta temporada 2010-2011 y también que se le aplique lo que él considera un criterio justo y equitativo: una parte importante fija (aproximadamente un 60%) y el resto en objetivos variables (40%), que no es otra cosa que títulos conquistados y meter al equipo de forma directa en la próxima edición de la Champions League. Así serán todos los contratos a partir de ahora.
La formalización en papel de ese compromiso, sin embargo, aún deberá esperar unos días porque ha sido imposible plasmarlo, como la semana pasada estaba previsto, este miércoles o jueves.

Sandro Rosell, como máxima representación del FC Barcelona, se encuentra ya en Sudáfrica donde el domingo verá la final del Campeonato del Mundo entre España y Holanda. La expedición azulgrana no estará en la Ciudad Condal hasta el martes a primera hora. Además, Guardiola inicia este fin de semana la segunda parte de sus vacaciones, interrumpidas por la toma de posesión como presidente de Rosell y por la obligación que ha tenido de reunirse con Andoni Zubizarreta para planificar las bajas y los fichajes de la plantilla.

Por todo ello, el encuentro entre Rosell y Guardiola deberá producirse antes del lunes 19, que es el día que todos los jugadores del FC Barcelona, menos los mundialistas, están citadas para iniciar la pretemporada. Por sentido común y por reglamentación laboral, Guardiola no podría entrenar si antes no tiene firmado el contrato. Pep, sigue, claro...