Pep Guardiola le dice a Messi que puede regresar de vacaciones cuando quiera

Pep Guardiola es perfectamente consciente de que buena parte del éxito del Barcelona en la próxima temporada dependerá del rendimiento de Leo Messi, Un jugador que ha completado una temporada estratosférica en la que ha sobrepasado los 40 goles con su equipo y que ha culminado con la decepción de la eliminación de Argentina a manos de Alemania en los cuartos de final del Mundial. Por ese motivo, tal y como pasó hace ahora un año, el técnico catalán se ha puesto en contacto con Messi para decirle que aproveche estos días para desconectar, que se olvide del fútbol y que se incorpore al equipo “cuando quiera”.

Se trata de una nueva muestra de confianza del técnico de cara a su máxima estrella, que desde que Guardiola ha llegado al equipo ha aprendido a conocer su cuerpo y a interpretar sus periodos de descanso.

No obstante, todo apunta a que Messi estará el día uno de agosto en Barcelona dispuesto a tomar el avión rumbo a Asia para participar en la mini gira asiática del Barça, que debe de jugar dos encuentros en extremo oriente. El primero de ellos el día cuatro de agosto en Seúl ante una selección de la K-League y el segundo en Pekín ante el Guoan el día 8 de agosto.

Todo apunta a que la presencia de Messi en esos encuentros será meramente testimonial. Leo jugará porque el monto a cobrar por parte del FC Barcelona con Messi en el campo supone una cantidad y sin el argentino representa otra menor. No obstante, el primer objetivo de los preparadores físicos del Barcelona es que el argentino llegue en buenas condiciones al 14 de agosto, fecha en el que Sevilla y FC Barcelona jugarán el primer partido de la Supercopa de España.

Guardiola ya aplicó esta política con Messi en dos ocasiones a lo largo del curso pasado.

La primera fue en la pretemporada, cuando Messi acudió al stage de pretemporada en Marlow por decisión propia, el técnico le dejó libertad para decidir, y sólo disputó 45 minutos en el partido ante el Al -Ahly en la Wembley Cup.

Tres meses después, tras el parón navideño en el que el jugador argentino pasó las fiestas en su país junto a los suyos, Guardiola le permitió que se incorporara más tarde a los entrenamientos y por este motivo Messi no jugó el primer partido del año nuevo en el Camp Nou ante el Villarreal el dos de enero. Recién llegado desde Argentina, Messi vio el partido en el palco.