Rosell pudo hablar con Wenger

Sandro Rosell se fue a Sudáfrica a finales de la pasada semana con una lista de tareas que debía realizar a toda costa. Una de ellas era intentar contactar con Arsène Wenger, el entrenador del Arsenal y, por tanto, de Cesc Fàbregas. El presidente azulgrana no quería despistar al futbolista y, por tanto, no se vio con el técnico 'gunner' antes de la final del domingo, dado que eso hubiese levantado una auténtica polvareda mediática pocas horas antes de un partido tan importante.

Rosell esperó hasta ayer, una vez ya se había disputado la final, para intentar el acercamiento al técnico alsaciano y, después de algún intento fallido, logró dar con él. Fue un contacto breve pero lo suficientemente significativo como para confirmar lo que ya se sospechaba y lo que habían avanzado los ejecutivos del Arsenal a los que había abordado antes Rosell: que el club 'gunner' está muy dolido con la forma de proceder del FC Barcelona en el intento de fichar a Cesc Fàbregas. Una línea de actuación que inició Joan Laporta y de la que ahora se quiere desmarcar Sandro Rosell. Así se lo hizo saber a Wenger, aunque al mismo tiempo le informó de que el jugador de Arenys era del agrado de los técnicos barcelonistas y de que, con respeto al Arsenal como institución, seguirían intentando su contratación.

Fàbregas sigue siendo objetivo azulgrana porque es una de las peticiones expresas de Pep Guardiola. Sin embargo, los mensajes que han enviado Wenger y otros altos cargos del Arsenal hacen presagiar un escenario no demasiado halagüeño. Y es que los 'gunners' quieren forzar la máquina al máximo porque en cualquier caso siempre saldrán ganando. Si al final el Barça sube en su puja -la última oferta de Laporta fue de 35 millones de euros- quizás llegue a una cantidad que seduzca al club inglés. Si finalmente el Barça se planta, Wenger retendrá a su capitán. Al menos, Arsène ya sabe que el nuevo presidente azulgrana también intentará fichar a Cesc, aunque con otros métodos menos mediáticos que Laporta.