Wenger se resiste por Cesc

El presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, acompañado del vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, y el institucional, Carles Vilarrubí, aterriza hoy en Sudáfrica para establecer una serie de contactos que ya tenía previstos y otros que le han ido surgiendo sobre la marcha. Además de presenciar la final del Mundial entre España y Holanda del próximo domingo, el mandamás azulgrana viaja con un clarísimo objetivo: intentar encauzar de una vez por todas el fichaje de Cesc Fàbregas. El jugador está convencido de militar en el Barça y el club también de que es una pieza importante no sólo para la plantilla actual, sino también para la de futuro. El escollo, cómo no, es la entidad propietaria de los derechos del jugador, el Arsenal, y Sandro espera convencer durante estos días en tierras africanas a quien más tiene que decir de la situación aparte del jugador. Se trata del técnico de los 'gunners', Arsène Wenger, quien a través del club inglés ha hecho saber en los últimos días que no quiere vender al de Arenys. Rosell le insistirá mañana mismo al entrenador francés y espera hablar también con Ivan Gatsidis, uno de los máximos ejecutivos del Arsenal, que también se encuentra en tierras africanas, al igual que Darren Dein, representante del futbolista.

Rosell considera que 'engatusar' a Wenger sería un paso fundamental de cara a saber si finalmente Cesc podrá estar o no a las órdenes de Pep Guardiola durante la próxima temporada. El Barça quiere tener una respuesta definitiva cuanto antes y no ver alargado el asunto del tal manera que le pueda perjudicar en el diseño de la plantilla para esta temporada. Sandro lo dejó bien claro durante su visita a Mundo Deportivo del pasado martes. "Lo de Cesc deber ser rápido, un 'caixa o faixa', un sí o no", dijo para señalar después el inicio de la gira (2 de agosto) como fecha tope para tener cerrado el fichaje del centrocampista. Durante esta visita a Sudáfrica, Sandro aprovechará también para saludaral jugador y al resto de internacionales culés antes de que disputen la final contra Holanda.

La operación no es nada fácil, entre otras cosas porque el Arsenal intentará sacar gran tajada económica del interés azulgrana, mientras que el Barça ya ha dejado muy claro que no irá más allá de los 40 millones de euros, cifra que quizás no colme las aspiraciones de los ingleses. Aun así, los emisarios culés propondrán fórmulas de pago que quizás puedan hacer que se desencalle la negociación, esas famosas variables a pagar sólo en el caso de que mientras la estancia de Cesc se consigan tales o cuales objetivos. Ese tipo de incentivos suelen dejar contentas a las partes, especialmente al pagador, que ve cómo su desembolso ha servido para algo.

Sea como fuere, Rosell y su equipo esperan volver de Sudáfrica con una idea clara de qué postura tomar, o incluso con el fichaje cerrado o descartado, después de las decisivas entrevistas que mantendrán con Wenger y Gatsidis