El fichaje de Cesc, de radiado a silenciado

Tas la reunión que Sandro Rosell mantuvo el pasado viernes con ejecutivos del Arsenal en Johannesburgo para tratar el fichaje de Cesc Fàbregas, el presidente del Barça ha dado órdenes para cambiar de estrategia. El enfado monumental que se encontró de los responsables del club 'gunner' con el Barça por la forma cómo se había tratado el fichaje de Cesc durante la última fase de la era de Laporta ha propiciado que Rosell quiera dar un giro de 180º en las relaciones con el Arsenal. De entrada, el presidente azulgrana ha dado instrucciones a sus más estrictos colaboradores para que no trascienda nada de las conversaciones que el Barça mantenga con el Arsenal por Cesc.

Desde su toma de posesión como presidente del Barça, Sandro Rosell no escondió que la incorporación de Cesc era una de las prioridades del club. "No voy a negar ahora que nos interesa Cesc porque ha sido un fichaje radiado desde el primer día", ha manifestado Sandro en varias ocasiones. En consecuencia, y para que el club londinense vea voluntad de enmienda en las relaciones con el Arsenal, Rosell ha impuesto la ley del silencio con el tema Cesc. La idea del Barça es que sólo se hable de Fàbregas el día en que el club pueda bien anunciar oficialmente su fichaje o bien para hacer pública la renuncia por el futbolista tras la negativa del Arsenal a traspasarlo.

Wenger tampoco lo vende

Al margen de comprobar el enfado del Arsenal con el Barça por cómo se había llevado el fichaje de Cesc, Rosell también pudo certificar que los responsables 'gunners' tampoco están por la labor de desprenderse de su capitán. Esa es la idea que Arsene Wenger, técnico del Arsenal, le ha transmitido a sus superiores y que también le hará saber a Rosell si finalmente se ven en Sudáfrica antes de volver hoy. En caso de iniciar negociaciones, el Arsenal fijará de entrada la cotización de Cesc en 50 millones. Una cifra que chocaría frontalmente con el discurso de Rosell y su vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, que ya han dejado claro que "no tiraremos la casa por la ventana"